No me dejas ir. Justo cuando te estoy soltando, me buscas. Justo cuando llevo una racha de más de dos días seguidos sintiendome bien. Me buscas. Porque me necesitas. Porque te irritaste y necesitas que te escuchen. Y yo estoy para ti, pero no por mi, sino por ti. Estoy para escucharte y para que al final de la conversación me digas un "gracias por escucharme" porque al parecer no hay alguien más que te escuche como yo lo hago. Porque al parecer no hay alguien más a quien le cuentes más que a mi.Y sinceramente no me sorprende. Porque es verdad. No hay nadie que te escuche como yo, ni nadie que esté contigo y para ti como yo. Nadie que te cache cuando te vas a caer como yo. Simplemente no hay nadie que te ame como yo. Y eso los dos lo sabemos muy bien. Y por eso tú me buscas. Pero creo que me buscas en tus momentos de debilidad. En los momentos en que te estás cayendo. Cuando te irritaste y estás asustando. Cuando sientes que me pierdes y que no me pudes dejar ir.
Pero carajo, intentalo por favor. Haz el puto esfuerzo. Que carajo piensas que estoy haciendo yo? Que yo estoy muy fácilmente haciendo mi vida sin ti? Que no pienso en ti todos los días y que no me amarro las manos para mandarte mensaje? Piensas que yo no hago el esfuerzo por dejarte ir? Por no imaginarte con alguien más?
Pero yo ya no quiero saber de ti. Porque ya no me importa si estas con alguien más. No quiero saber si estas bien o mal. Yo siempre te deseo lo mejor pero de ahí a que sí estés mejor ya no me importa. Si comes bien, si haces ejercicio, si eres honesto, si tienes sexo, si usas condon, si tomas alcohol y consumes drogas, si vas o vienes. Haz lo que quieras. Destruyete o construyete. No me da igual. Porque espero que estés bien. Espero que estés triste por mi, que me extrañes y que sientas que no quieres vivir sin mi. Pero espero que no me lo digas. Que sí te hago falta, lo escribas en un papel y lo quemes o te lo comas o lo dejes sobre tu mesa. Como tú quieras. Pero no me lo digas. Amarrate las manos para no buscarme porque yo estoy haciendo eso. Porque sí te extraño o no, es mi pedo. Sí estoy mejor sin ti o no, es mi pedo. Si me siento mal o no, es mi pedo y no espero que tú me lo resuelvas. Pero sabes que? Te voy a buscar cuando no te necesite. Igual y solo para que veas lo que se siente que no te dejen ir.
O tal vez la próxima vez, no podré ayudarte. Y tal vez no sea porque realmente no pueda, sino porque no este dispuesta a sacrificar mi estabilidad emocional por estar ahí para escucharte.