Este día es especial. No solo porque sea mi cumpleaños y porque me sienta muy feliz y festejada. Sino por lo contrario. Empecé mi día con un baño, desayuné y me fui a mi primer terapia psicológica del año. En la que hablé del estado desordenado en el que se encuentra mi mente. Hablé de mi esfuerzo diario por completar las porciones de mi dieta, de lo mal que he dormido las últimas semanas y como eso me impide tener la energía para completar mi trabajo. Hable de la insatisfacción que siento constantemente. De mi tendencia a pensar que no me gusta el mundo ni existir en él. De como mis emociones me controlan más de lo que yo las controlo a ellas. De que me siento estancada. Hable del dolor que siento por las heridas que he causado que a la vez me han herido a mí también.
No entiendo de que se trata esta vida. Tengo 24 y aún no termino la universidad y mi corazón anhela profundamente estar en otro lado. Pero todo es un proceso que al parecer nunca termina. Es un continuo this is the remix de caer y levantarse.
En resumen siento que empiezo los 24 en crisis. En el sentido de que es hora de un cambio profundo en mi forma de ver la vida. Empiezo este año en un momento de levantar aquello que esta tirado. Ordenar el desorden. La verdad ya estoy muy cansada porque los 23 fueron un continuo esfuerzo por mejorar y terminar en la consecuencia del autosabotaje.
Creo que es hora de verdaderamente abrir los ojos para ver la verdad. Es hora de aceptar el fracaso pero decidir que no me define ni a mi futuro. Es hora de quitarme la venda de los ojos para poder verdaderamente renacer desde la raíz del problema. Es hora de entender porque deje de comer, porque vivo insatisfecha. Porque me niego a ver la luz en mi vida cuando esta tan llena de amor. Es hora de avanzar porque si no solo me voy a seguir sintiendo estancada.
Creo que es hora de desear desde mi corazón ESTAR BIEN. Porque como dice Kali Uchis: Solo quiero sentirme bien. Siento que es hora de configurar mi mente hacía ver lo positivo y no lo negativo. Es hora de quitarme los lentes de la depresión y ponerme los del amor. Como dice Kali Uchis: Hay quienes solo ven defecto y hay quienes solo ven lo bello.